martes, 20 de julio de 2010

Toma el dinero y corre




Año: 1969
Nacionalidad: EEUU
Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen y Mickey Rose
Intérpretes: Woody Allen, Janet Margolin

Una de mis asigaturas pendientes como cinéfilo empedernido era completar, esta vez ya en serio, toda la filmografía del genio neoyorquino, labor en la que me encuentro enfrascado en estos momentos. Por dos razones: 1-es un genio. Y punto. Será un neurótico obsesivo y un maníaco sexual, no seré yo quien lo niege, pero a través de sus gafas se proyecta la visión más realista, ya sea en su vertiente cómica, trágica o absurda, de las miserias y vicisitudes de la clase media contemporánea. 2-su nivel de calidad es estable en toda su (dilatada) carrera, algo de lo que muchos directores mejores que él no pueden presumir.

Bueno, vayamos al grano. Narrada como un falso documental (estilo que recuperaría años después en Zelig, una película muy superior), el propio Allen da vida a un atracador de poca monta que tras salir de la cárcel intenta rehacer su vida al lado de una bellísisa joven.

Hay que destacar que el film (su ópera prima, sin contar el experimento de What's up, Tiger Lily?) pertenece a su primera etapa como director, la de las comedias absurdas, de modo que el humor se sustenta más en los gags visuales (clarísimamente influenciados por Chaplin y Buster Keaton) que en los diálogos. También es la mejor de esa etapa, ya que las posteriores (desde Bananas hasta La última noche de Boris Grushenko) no son nada del otro mundo salvo algunas escenas aisladas.

A mi me ha resultado muy graciosa y a ratos desternillante. No deja de ser un Allen un tanto embrionario, pero a pesar de ello es una ópera prima de mucha calidad. Bastante recomendable.

7

1 comentario:

  1. Es graciosa, pero como dices aun le faltaba un hervor al genio creativo de Allen. Intenta sostener el argumento y la atención del espectador a base de gags dispares. Algo que está bien en momentos puntuales, pero que no sirve para sostener el peso de toda la película. A mi me aburrió un poco.

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